“Tengo problemas para hacer la tesis. No sé por dónde
empezar y como no soy organizada, me cuesta trabajo”
De esta forma se me presentaba una chica que buscaba mi
ayuda. Yo le ofrecí algunas recomendaciones y me dio las gracias, pero yo le
estoy más agradecido porque me dejó muy motivado para reflexionar sobre ese
asunto tan importante como es el de ser organizado para poder acceder al
conocimiento.
Cuando ella dijo “no soy organizada” inmediatamente percibí
un cierto aire de excusa, porque en sus genes no estaba el ser organizada y es
por ahí donde quiero empezar mi comentario, porque los seres humanos cuando
nacemos no sabemos hablar y ni siquiera caminar erguidos; todo tenemos que
aprenderlo. De manera que esta virtud la aprendemos por medio del ejemplo, por imposición
o cuando tomamos la determinación de serlo. Veamos los casos.
En el periodo de la infancia se pueden crear las bases
fundamentales para fomentar el deseo organizador gracias al ejemplo que le
ofrezcan los mayores y los patrones de identidad que asuma el niño. La escuela
o el colegio pueden reforzar los elementos anteriores, pero infortunadamente en
esas instituciones se hace especial énfasis es en el orden y la disciplina, que
son conceptos muy distintos pues el orden hace referencia a la disposición mecánica
de las cosas en los lugares indicados y si acaso siguiendo una jerarquías
determinadas (según las reglas), mientras organizar implica tener imaginado un
sistema para obtener un resultado o la solución de un problema. El orden y la
disciplina ofrecen resultados transitorios porque dependen de la supervisión
del autor (autoritario) de las pautas de conducta.
El la formación del sujeto organizado-r, influyen mucho la
retroalimentación que le aporta el proceder metódico y estructurado a la
autoestima, pues le impulsa a seguir a nuevas metas. Es decir que el orgullo es
un poderoso dinamizador de esta conducta. Pero el elemento más importante esta
en la autodeterminación, en el deseo firme y consecuente por alcanzar unos
niveles de efectividad ideales. Empero llegar a “ser organizado” no creo que
sea un expresión exacta porque en nuestro actuar somos cíclicamente
desorganizadores–organizadores y como seres conscientes lo que hacemos es estar
siempre en la búsqueda del mejoramiento. Ser organizado no es algo que se
alcanza, es simplemente la búsqueda de un ideal que se opone a la tendencia
natural de las cosas, de la entropía.
Hacer mapas mentales es organizar las ideas (dibujo del autor). |
Ahora veamos cómo es este asunto en la vida académica. En
las universidades hay estudiantes que asisten por presión familiar, otros por
simple deseo de ir pagando una titulación que les permita un empleo o un mejoramiento
salarial y existen los que han asumido conscientemente el reto de transformase
a si mimos por medio del aprendizaje. Los primeros pueden sostenerse con la
disciplina, pero tarde o temprano fracasan; para los segundos, como el objetivo
fundamental es alcanzar el objetivo en el menor tiempo y esfuerzo posibles, el
estudio se convierte en un suplicio. De ahí que no muestren interés por las pautas
organizativas del estudio para mejorar su desempeño y no duden en apelar a las
distintas estrategias de trampa o fraude.
Caso aparte son los terceros porque tienen que hacer un
esfuerzo descomunal debido a que ser estudiante es un oficio que implica recorrer
la senda interminable de asimilar una gran cantidad de estrategias
organizativas. Si todos fueran conscientes de ello, seguramente muchos
abortarían pues:
· *Leer es muy difícil, demanda una planificación de
microprocesos como escoger la hora, la posición del cuerpo, el consumo moderado
de alimentos, disponer la luz adecuadamente, tomar apuntes, elaboración de
mapas mentales, hacen síntesis etc.
· *Escribir igualmente demanda pensar en la ergonomía,
reconocer el tipo de implementos como el papel y el lapicero. Hay que tener
todo un plan para redactar, conocer las reglas gramaticales, sintaxis y ortografía.
Etc
· *Hablar en público exige saber sobre cómo manejar
la expresión corporal, el tono de voz, escoger adecuadamente las palabras,
reconocer e ir analizando las reacciones del auditorio (del profesor) etc.
· *Dibujar, que es uno de los lenguajes más importantes
por su universalidad (por encimas del inglés) no consiste en dejarse llevar por
la intuición con un lápiz en la mano, es algo que requiere una construcción previa
de las imágenes en el cerebro. Eso sin mencionar otra enorme cantidad de
experiencias organizativas que exige en manejo de la técnica, ya sean lápices de
colores, tinta china o carboncillo.
Con relación al conocimiento que imparten las universidades
hay que decir algo esencial: son unidades de saber muy organizas y en la cual
participan grupos organizados de sujetos pensantes. Eso es a lo que llaman
Campos disciplinares”. De tal suerte que todo lo que tiene que hacer un
estudiante a lo largo de su carrera es aprender cómo está estructurado el conocimiento
de su disciplina, quienes son sus figuras destacadas, las corrientes teóricas,
las metodologías de investigación, entre otras cosas. Pero si quiere continuar
en la vida académica-científica se enfrenta con la necesidad de saber cómo están
organizados e interiorizar las pautas que siguen, sus colegas en torno de las
universidades, institutos de investigación, asociaciones y revistas de
prestigio etc.
Resumiendo. No se llega a ser organizado, es un propósito que
renovamos a cada instante y seguimos porque sabemos que es una poderosa ayuda
para obtener mejores resultados. Cuando nos miramos a nosotros mismo y lo que
logramos con organización, nos sentimos enormemente orgullosos. Ese es un
sentimiento que nos impulsa a seguir cultivando esa cualidad. Para el
estudiante es esencial tomar conciencia de su importancia porque si no estamos
dispuestos a desarrollarla, la vida puede tornarse en un martirio y no logrará
nada de provecho. Es verdad que muchos se pueden graduar siguiendo una reproducción mecánica de los datos en los exámenes o apelando a los sistemas de fraude, pero eso lo único que produce son malos profesionales o personas infelices.